Un nuevo sistema de calefacción debe ser tan económico y eficiente, como respetuoso con el medio ambiente. Con el asesoramiento de La Casa del Electrodoméstico podemos ayudarte a elegir el sistema de calefacción adecuado. La continua búsqueda del ahorro y el uso de combustibles alternativos ha llevado a muchos usuarios a reemplazar la vieja caldera de agua con una calentador de gas: ¿la razón? La economía y la protección del medio ambiente son dos razones de peso. La bondad del calentador de gas en comparación con uno eléctrico se descubre desde su puesta en marcha. En un calentador de gas ya no tenemos la resistencia eléctrica, sino una serie de boquillas desde las que pasa gas a través de una llama.
En los modelos antiguos, este tipo de calentador de agua trabajada por medio de una llama piloto, una luz tenue que se mantenía siempre encendida. Si se apagaba por el viento exterior, o por la presencia de impurezas, el flujo de gas se bloqueaba hasta una puesta en marcha que sólo se podía hacer manualmente. Hoy en día, el calentador de agua de gas dejó atrás la llama piloto, y sólo genera llamas cuando existe demanda de agua caliente. En el momento en que se abre el grifo del agua se crea el encendido, y el agua recibe calor en un serpentín interior del tanque hasta salir por el grifo perfectamente caliente desde el principio. Cuando el grifo se cierra, el calentador de agua se apaga, evitando el desperdicio de innecesario de combustible.
¿Cómo desea garantizar el suministro de agua caliente? Puedes elegir entre un calentador de agua a gas o un termo eléctrico al lado del grifo. Aunque el suministro centralizado de agua caliente a través de un calentador a gas es particularmente conveniente, también es factible una combinación de ambos sistemas, con la instalación de un calentador de agua eléctricopara ciertos grifos individuales independientes.
Calentadores de gas para interiores y exteriores: diferencias y características
El calentador de agua a gas es una opción muy solicitada por los consumidores gracias a su bajo consumo. En el momento de la compra, sin embargo, tienes que tener en cuenta sus características para que adquirir el modelo correcto. Los calentadores a gas pertenecen a dos categorías principales: instalación interior, o al aire libre. Un error durante la instalación del aparato inadecuado puede tener consecuencias serias.
La diferencia más significativa entre ambos equipos se encuentra en que los modelos para uso en el interior incorporan un sistema de seguridad que interrumpe el funcionamiento del calentador si detecta acumulación de CO2. Mientras que los aparatos de exterior no lo necesitan, porque se instalan en lugares ventilados. Sin embargo, que un aparato sea apto para funcionar en exteriores no le convierte en invulnerable al clima o al óxido, y suele ser una buena idea instalar algún tipo de armario de protección especial para el calentador.
Cualquier calentador moderno de gas es extremadamente segurosde usar si sus especificaciones técnicas se respetan durante la instalación, realizada por personal especializado. Tanto los modelos interiores como los exteriores están equipados con sistemas de seguridad importantes y ambos modelos, por lo tanto, son muy seguros.
Ventajas de la calefacción a gas
Los ahorros económicos son un hecho objetivo. El calentador de gas emplea combustibles de bajo precio como el metano, y también del GLP(gas licuado de petróleo); baratos en comparación con el coste de la electricidad. Los equipos actuales ofrecen un alto nivel de eficiencia, facilidad de instalación y, en ciertos modelos, la tecnología utilizada ofrece grandes posibilidades de integración con la solar térmica.
Ahorro de energía gracias a la capacidad del calentador de gas de producir agua caliente sólo cuando los grifos se abren, reduciendo en gran medida las emisiones de gases de efecto invernadero en la atmósfera.
Agua caliente infinita, porque el calentador de agua suministra agua caliente a petición. Cada vez que abra el grifo de agua caliente, el agua fluirá de entrada a una temperatura entre 40 y 60 grados. Te olvidarás de esperar, como en el termo eléctrico, a que el agua se caliente de nuevo cada vez que se vacía.
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