La diferencia más importante entre un horno independiente y uno polivalente es que éste último aplica entre sus mandos los de la placa que lleva asociada. Esto significa que ambos aparatos deben ser de la misma marca y que, generalmente, a la hora de cambiar uno de los dos debamos sustituir ambos.
Características propias de los hornos polivalentes
En primer lugar, debemos tener en cuenta el espacio disponible: en una cocina al uso lo normal es que el espacio para el horno esté situado justo debajo de la placa, lo que facilita el hecho de que podamos adquirir un conjunto, que habitualmente supondrá una mejora de precio.
En cocinas muy pequeñas puede no existir dicho espacio, lo que nos hará decantarnos por un horno independiente de sobremesa. Por el contrario, en cocinas grandes y muy bien distribuidas existe la opción de contar con una torre de calor, esto es, un columna en la que podremos empotrar todos los electrodomésticos que generen calor (normalmente horno, microondas y cafetera o calientaplatos). En este caso, el horno también debe ser independiente a la placa.
Si en la casa hay niños, debemos tener en cuenta que los mandos de la placa estarán el frontal del horno junto con los mandos propios, lo que puede resultar peligroso en función de la edad de los pequeños. Además, en un conjunto independiente los mandos de la vitrocerámica llevarán un indicador de calor residual, para evitar posibles quemaduras a la hora de realizar la limpieza.
Características comunes a todos los hornos
Al igual que en los demás tipos de hornos, dentro de los polivalentes podemos encontrar:
Según su funcionamiento: de convección y/o de vapor.
Según su sistema de apertura: de volquete, lateral o carro extraíble.
Según su sistema de limpieza: convencional, catalítica o pirolítica.
Según su estética: esmaltados en blanco o negro, de acero inoxidable o efecto espejo.
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