El lavavajillas es uno de los electrodomésticos más utilizados hoy en día en muchas casas. Es ideal cuando son muchos los que utilizan platos y estos se acumula de manera muy rápida. Pero, para los hogares donde solo vive una persona o una pareja, uno grandes dimensiones puede ser un poco excesivo, llegando a desperdiciar mucha agua y energía. Por ello, los fabricantes crean modelos más pequeños, conocidos como compactos o mini lavavajillas, ideales para un uso reducido y de pocos utensilios por lavado.
¿Qué características tienen los lavavajillas compactos?
Un lavavajillas compacto se caracteriza por su reducido tamaño, aproximadamente la mitad que uno estándar. Es muy útil para cuando carecemos de grandes espacios en la cocina o también para segundas residencias, donde su uso va a ser más reducido.
Los modelos compactos, nos aportan versatilidad y flexibilidad para adaptarse a todos los espacios de la cocina.
Ventajas de los lavavajillas compactos
Al tener una capacidad más reducida a los lavavajillas de tamaño estándar, su consumo de agua y de energía son más bajos que el de los aparatos convencionales. Usar este tipo de electrodoméstico supone un ahorro de agua, energía y detergente. El uso de un aparato del tamaño adecuado y una etiqueta energética A+ hacen que estos sean económicamente eficientes a lo largo de su vida útil. Además, también supone un ahorro de tiempo, el rato que hay que dedicar a fregar será un tiempo que se podrá disfrutar realizando cualquier otra tarea.
Sistemas y funcionalidades como AquaSensor, sensores de carga, sistemas de protección de cristal o la opción de inicio con retraso para que este comience a funcionar a la hora marcada son algunas de las funciones que no pueden faltar en los nuevos lavavajillas compactos. También, las funcionalidades de seguridad, como la de AquaStop, el apagado automático si nuestro lavavajillas detecta una fuga de agua, son algo que no tenemos por qué renunciar si elegimos uno de estos modelos.
